En una esquina de Chapinero Alto, hay un rincón tan inesperado como extraordinario, que celebra la riqueza de los productos colombianos y enaltece la tradición de los destilados de caña.
Este lugar lleva el nombre de Caña Aguardientería & Bodega, un establecimiento que se concibió como un tributo a la autenticidad de los licores nacionales, la cocina local y la maestría de la mixología.
La esencia de Caña reside en un enfoque apasionado hacia los productos locales. Si bien el establecimiento ofrece algunas opciones de licores internacionales, el énfasis recae en las joyas destiladas de la tierra colombiana. Destacando el aguardiente, la oferta de Caña es una oda a la cultura y a la artesanía de los destilados de caña.
Es una apertura sin precedentes en el país. Y es que no existía un espacio tan «cool» para probar una variedad tan grande de sabores de nuestras regiones, bebidas ancestrales y platos creados con técnicas e ingredientes colombianos. Eso tiene su mérito.
En Caña Aguardientería & Bodega es posible hacer un recorrido por los distintos aguardientes locales, conocer y saborear subcategorías de viche y probar las bebidas que hablan de nuestra soberanía etílica.
Juan Valderrama, gerente operativo, nos comentó que «la meta es acercar a los clientes al mundo de las bebidas destiladas colombianas y celebrar el trabajo artesanal con el que se producen».
Un sueño convertido en realidad
La semilla de Caña fue sembrada en diciembre de 2020 y vio su florecimiento en julio del año siguiente. Sus socios, movidos por el deseo de crear un espacio donde se pudiera deleitar en aguardiente colombiano de calidad, gastronomía bien lograda, cócteles artesanales y una experiencia musical envolvente, dieron vida a este proyecto.
La casa que alberga a Caña fue conocida como «Casa Azul Chapinero», un edificio icónico en el barrio. Esta locación emblemática añade una capa de autenticidad a la experiencia, sumergiendo a los visitantes en una atmósfera cargada de historia y tradición.
Sin embargo, la casa fue cuidadosamente pintada de negro, inspirándose en las viviendas coloniales que los palenqueros solían ahumar durante la época del virreinato.
Este gesto es un tributo a las raíces y la herencia cultural de Colombia, fusionando pasado y presente en un espacio único.
Enfoque en productos colombianos: el gran plús
En Caña, el 90% de los productos en la carta provienen de suelo colombiano, en una alianza que destaca la esencia auténtica de los sabores locales.
Por su parte, la propuesta culinaria de Caña es una reinvención de la cocina colombiana, diseñada para acompañar la experiencia de beber y compartir. Los platos son elaborados para evocar la comida de bar, con el toque colombiano, claro está, y fueron creados para compartir.
El menú de Caña es un abanico de opciones, desde las tentadoras empanaditas de costilla ahumada hasta los exquisitos anillos de palmitos y panceta santarrosana.
Cada plato cuenta una historia de tradición y creatividad, y ahí tiene mucho que ver Rodrigo Pazos, un chef apasionado por el producto y su origen, cuya especialización en técnicas de ahumado lo ha llevado a liderar y fundar propuestas gastronómicas en reconocidos establecimientos como Huerta Coctelería y Oak Ahumados & Brebajes.
En Caña Aguardientería & Bodega, Rodrigo ejerce como chef ejecutivo, llevando la esencia de la gastronomía colombiana a cada plato.
Hay que decirlo. La comida no es solo un acompañante, sino una parte integral de la experiencia. Cada plato está diseñado para complementar la oferta de bebidas, destacando sabores colombianos con un toque moderno. Esta armonía es una muestra del cuidado y la atención que se pone en cada detalle. Imperdible.
Un ambiente donde la conversación fluye
Caña está diseñada para que los clientes puedan disfrutar de la experiencia sin tener que gritar o lidiar con un ambiente demasiado ruidoso. El espacio está cuidadosamente distribuido para fomentar la conversación y el disfrute tranquilo de la comida y la compañía.
Los fines de semana, no obstante, la música en vivo, a menudo de estilo afro, complementa la experiencia sensorial, creando un ambiente envolvente que transporta a los comensales a lo más profundo del alma colombiana.
Es un ambiente que tiene su encanto. Porque sí que lo tiene. Se siente desde que uno pisa el establecimiento.
Porque Caña es más que un restaurante y un bar. Es una celebración de la identidad, la tradición y la creatividad de Colombia. Es un lugar donde los sabores se entrelazan con las historias y donde cada visita se convierte en una experiencia única e inolvidable.
Y lo mejor, lo hace exaltando con altura el producto local, una de esas apuestas que tanto hacían falta en la ciudad.
De Buen Gusto, para probar
La cata de destilados de caña colombianos: Una expresión de la diversidad de sabores tradicionales de nuestras regiones a través de 5 pasos; tres destilados permanentes, aguardiente artesanal, aguardiente regional y viche y dos destilados de temporada entre los que se encuentran chapil, ñeque, chirrinchi y bola e´gancho.
La cata de aguardientes colombianos: Una experiencia para degustar el sabor de cinco aguardientes distintos, entre los estilos artesanal, premium, regional, tradicional, regional sin azúcar y artesanal para coctelería.
La cata de rones: Un reconocimiento global a la caña a través de un viaje por distintas regiones roneras del mundo y sus historias de marinos y piratas, de palenques y cañaduzales. Probarás 5 rones, entre ellos de estilo blanco, de estilo agrícola, de estilo especiado e hispano.
Dónde: Dirección: Diagonal 54 A #4-26, Bogotá